El autor inglés Kevin Brooks sostuvo un encuentro la mañana de este jueves con estudiantes de la Preparatoria 11 del Sistema de Educación Media Superior (SEMS) en el marco del programa Ecos de la FIL, que se lleva a cabo durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) en donde compartió sus experiencias antes de publicar su primer libro.
“Desde que aprendí a leer a los cinco años, me di cuenta de que quería ser escritor, no había una razón en particular, solo sentí que quería serlo. Recuerdo que de regalo -en una navidad- pedí un escritorio y mi padre, que era carpintero, me hizo uno pequeño, en donde me la pasé todo el día leyendo y escribiendo”, comentó el también ganador del Premio Branford Boase en el 2003.
Durante la charla, Brooks compartió que siempre tuvo problemas para adaptarse a la vida y entender el mundo, motivo por el cual se refugió en los libros, quienes se convirtieron en sus mejores amigos y ayudaron a que pudiera comenzar a comprender a los demás.
El autor de Lucas -su primera novela publicada el 2002- habló de la manera en que vivió su juventud como músico de rock en los años 70 y posteriormente como pintor, facetas que disfrutó pero con el tiempo se dio cuenta que no era su verdadera pasión, por lo que siguió escribiendo.
Al ser cuestionado sobre la manera en que plasma sus ideas dijo “no hay reglas para hacerlo (escribir) solo tienes que ser tú mismo y trabajar a tu manera. Debes ser paciente, disciplinado y ordenado, lo que yo nunca fui”, bromeó con los presentes.
Entre las obras de Kevin Brooks destacan Martyn Pig (2002), Candy (2010), iBoy (2011), The Road of the Dead (2012) y The Bunker Diary (2015). También ha sido ganador de distintos premios, como el Premio de Ficción para Niños de The Guardian en el 2003 y el Premio Booktrust de Literatura Juvenil en el mismo año.