Aventurarse en los libros abre la posibilidad de brincar de la realidad a un mundo de fantasía pero también incrementa la sensibilidad y la capacidad de una persona para ponerse en los zapatos del otro y de vivir una experiencia más allá del territorio personal.
Estas ideas fueron compartidas a los estudiantes de la Preparatoria de Jalisco la mañana de este miércoles por la escritora mexicana Ana Clavel, durante su visita al plantel como parte del programa Ecos de la FIL.
Al inicio de su charla, Ana Clavel describió su experiencia con el libro de Julio Verne La vuelta al mundo en ochenta días: "Lo que me sucedió con los libros es que cuando iba leyendo, literalmente me fui subiendo a cada uno de los transportes y descubrí la posibilidad de brincar de una realidad a un mundo inexplorable con la simple experiencia de la imaginación. Mi mundo se borró y estuve viajando con el personaje", comentó la escritora.
Sobre su más reciente novela El amor es hambre, relató que se relaciona con la historia de Caperucita Roja, en su primera versión literaria, donde aborda los peligros que pueden surgir al tener contacto con personas desconocidas.
"Hay historias que están detrás de las historias que conocemos de manera tradicional, mensajes que están en los libros que pueden hacernos crecer más. Todo eso nos lo pueden dar los libros", refirió Clavel.
Sobre su proceso creativo, resaltó que al momento de escribir son trascendentales los nombres de los personajes para "sentir que tienen vida". Otros de los elementos que entran en juego en la novela, explicó, son las sensaciones como el amor, el erotismo "y el acto sublime en diferentes niveles".
Ana Clavel es autora de las novelas Las ninfas a veces sonríen, El dibujante de sombras y Las Violetas son flores del deseo, así como de los cuentos CorazoNadas y Amor y otros suicidios, entre otras obras que se distinguen por redimensionar el erotismo en otros planos o como metáforas.