Charla de Luis Eduardo García con estudiantes de San Ignacio Cerro Gordo

El escritor jalisciense Luis Eduardo García charló este martes 2 de diciembre con los estudiantes del Módulo san Ignacio de la Preparatoria de Arandas, en el marco del programa Ecos de la FIL. El autor compartió con los jóvenes algunas anécdotas vinculadas a su formación temprana, además de su particular punto de vista en torno a ciertos detalles de la escritura poética.

Ante aproximadamente ciento veinte jóvenes muy participativos, en su mayoría mujeres, Luis Eduardo respondió preguntas que indagaban sobre el contenido autobiográfico de sus poemas, sus rituales de escritura, e incluso en sus gustos musicales. Uno de los jóvenes preguntó específicamente sobre el problema de la escasez de lectores en el país, a lo que el autor contestó que una de las causas se origina en la manera en que el sistema educativo acerca la literatura a los más jóvenes: “me parece que sería más interesante para los lectores jóvenes que en lugar de comenzar por la literatura escrita hace quinientos o doscientos años, lo hicieran por textos que se encontraran más cercanos a su relación con el mundo”. Según su punto de vista, de ese modo podrían lograr un interés genuino que los llevará a seguir explorando, ahora sí, en algo que amarán. Posteriormente una joven pidió a García que mencionara a algunos de sus autores favoritos, a lo que este respondió nombrando a William Carlos Williams, Paul Celan, Anne Carson, Samuel Beckett, Héctor Viel Temperley y Leónidas Lamborghini.

Luis Eduardo leyó también algunos poemas de sus libros Pájaros Lanzallamas y Dos estudios a partir de la descomposición de Marcus Rothkowitz, para acto seguido platicar a los chicos sobre un libro en construcción que se aleja de la estética de todos los anteriores, al tratarse de un libro de poemas para niños.

Casi para finalizar, el jalisciense hizo hincapié en el compromiso que se debe tener para realizar cualquier actividad importante. “El talento no alcanza para mucho, hay que tener disciplina”.

Al término de la sesión, el poeta repartió entre los estudiantes algunos ejemplares de sus libros y de la revista de poesía Metrópolis, además de recibir de parte del personal del plantel algunos obsequios hechos en la región y tres obras pictóricas realizadas por alumnos, todas ellas a partir de los poemas del autor.